Tu corazón se ha cerrado a cal y canto.
Tu eres el norte de mi sur,
cuando respiro mi aire andaluz,
mis sueños se llenan de embrujo y encanto.
Mirarte es siempre mano de santo,
para el alma errante de éste aceitunero,
aprendiz del aprendiz de un camarero,
que quiere que lo quieras sin espanto.
Dime por favor, anda, dime cuanto
eres capaz de pedirme por mi felicidad,
hasta soy capaz de aprender esperanto.
Tengo esa pregunta, esa curiosidad,
no se si sabes que yo te quiero tanto,
no se si sabes que esa es mi gran realidad.