Amores olvidados
En un cajón de sastre de la memoria,
Mujeres que han grabado
Su nombre a fuego en tu historia.
Algunas vuelves a verlas
Otras nunca más,
Algunas, las que dejaron huella
A veces se asoman a las estrellas
Pidiéndote paso para recordar,
aquellos tiempos tan felices
en los que nunca te dejaron de amar.
Tiempos de juventud,
De amores de un día, de una hora,
De chicas casi Almodóvar,
Con su sonrisa en plenitud.
Aquellas jóvenes mujeres
Son hoy respetables amas de casa,
Con sus hijos, sus deberes,
Sus maridos y sus “calabazas”.
No han sido muchas, la verdad,
Pero suficientes para razonar,
Con meridiana claridad,
Que fue hermosa su complicidad.
A todas ellas, estos versos,
Y aquellos casi olvidados besos,
Que derretían a cualquiera
Cuando convertían la vida en pura quimera.
Un “ardor guerrero” que con el paso
De los años no ha menguado,
Acercándonos al comienzo del ocaso,
Acercándonos al comienzo del ocaso,
Más bien se ha afianzado.
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