viernes, 8 de marzo de 2013

1058 SUSPIRANDO A MI MODO 1

 
SUSPIRANDO A MI MODO

Y así, pensando un sábado cualquiera,
Se me ocurrió esta forma de decir te quiero,
Desesperado de tanta banal espera,
para poder ofrecerte mi corazón por entero.

Nunca me he tenido por un santo,
Al menos desde que me alcanza la memoria,
Harto de andar siempre de canto,
Empiezo ahora a contarte mi historia.
Las lágrimas derramadas no son de llanto,
tampoco creo merecerme mucho la gloria.
Al final de los versos la puerta no se cierra
Por no impedir avanzar a buen paso la guerra.

Pretendo ofrecerte todo mi amor cristiano,
Espero que alguna Deidad me inspire
No quiero ser para tu alma un profano,
Sino el que a tus ojos fijamente mire.
Te ofrezco mi corazón en la mano,
Este que hace que al pensarte, suspire,
intento a diario poder aguantar tu mirada
Por creer que igual que yo andas enamorada.

Incontable amor como los granos de arena,
brillante y reluciente como puro oro,
Haz que mi vida sea mucho más amena,
Déjame descubrirte como a un buen tesoro.
No dejes que triunfe en mí la pena,
Escuchando este silencio tan sonoro.
Escucha con atención lo que mi voz te envía
Con amor, con ilusión, con tanta alegría

No me respondas más que quizás mañana,
Mi vida atraviesa un puro y duro invierno,
Despierta ya de esa vida tuya tan insana,
Para ayudarme a salir de éste infierno
Mi frente se arruga, mi cabeza luce cana,
Pero mi amor es un dulce fuego eterno,
El amor es eterno mientras dura,
El mío es de resplandeciente blancura.

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