Intenté forjarme el mejor de los futuros,
Trabajé sin desmayo por cuatro duros,
Aquí lo aprendí todo y todo se hizo concreto.
Crecí por sus calles como trabajador y persona
Y aprendí a no darme nunca por vencido,
Me sentía siempre arropado y muy querido,
Y disfruté de mi primer “directo” del Barcelona
Observaba a mis maestros y a las alemanas
Inalcanzables en sus balcones y ventanas.
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