que hacías bastante teatro,
pero obcecado solo pretendía,
aplaudirte desde el anfiteatro,
por tanto como te idolatro.
38 Princesa rota, sin felicidad ni amor,
la libertad la enterraste sin dolor,
te acomodaste a vivir tu situación,
ahora te ves frágil y sin ilusión,
la vida también te ha dado un revolcón.
39 Tu respiración entrecortada,
tu melena al viento tan morena,
la sangre por tus venas tan acelerada,
y a la vez tu paz serena,
es lo que hace que te tenga pena.
40 Pero ha llegado el inesperado momento,
el que parecía que no llegaría,
el aire se llena de tormento,
pero al paso de tu caballería,
nada es ya lo del primer día.
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