¡Tengo un fuerte deseo en mente!
Dar un gran beso a mi madre
En el cielo, puramente.
IN MEMORIAM
FRANCISCA SALAZAR MARTINEZ
1
Me diste toda mi vida,
el cuidado de una rosa,
¡Casi nada!
Por eso no se me olvida,
Tu muerte fue una losa,
muy pesada.
Con buenos sabios consejos,
Mimaste con insistencia,
A tus hijos.
Cabellos canos y viejos,
Gracias por esa existencia
Y cobijos.
2
Cuando te pienso me enojo,
Porque no nos despedimos,
Y ya no hay vuelta.
Por eso no pego el ojo,
Madre, porque juntos fuimos
Ala Delta.
Te pienso en cada alborada,
Recuerdo lo que vivimos,
Sin desmayo.
La vida siempre abnegada,
Sabes lo que te quisimos,
no lo callo.
3
Te veo en cada desayuno,
Entre leche y tazones
Llena de amor.
Llega el momento oportuno,
De recordar coscorrones,
Con devoción.
Dar gracias con formas nuevas
Colmarte con los halagos,
Que mereces.
Mis amores los renuevas,
Aun siendo cortos los pagos,
Amaneces.
4
Me dedicaste tu vida,
Con sonrisa y garrota,
Y cariño.
Mi alma anda más que perdida,
pero te sigue devota
como un niño.
Tus abrazos con ternura,
Son mis recuerdos más bellos
Estoy lleno.
Perderte fue la locura,
¿Qué se puede hacer sin ellos?
De amor pleno.
5
En la calle Aire del Pozo
Me regalaste la vida
Y el color.
Por eso lleno de gozo,
Madre, mi madre querida,
Tienes mi amor.
El tiro de zapatillas,
Tan directas al cogote,
No lo olvido.
Las galletas con natillas
Arroz con leche, tu lote
Siempre servido.
6
Un buen deporte olímpico,
No hay deporte más sano,
Es tu herencia.
Siempre te gastaste un pico,
Y me tendiste tu mano
Con querencia.
Tus órdenes generales,
Las cargabas a tu espalda
Con conciencia.
Dabas los saltos mortales,
ese amor te lo dictaba
por sentencia.
7
Sin pantalones vaqueros,
Eras reina de tu risa,
Jaén con jota.
Amo tus aires jaeneros,
Te fuiste con mucha prisa,
Eso me embota.
Tus desvelos son caballos,
Que galopan en mi vida
Son tus pagos.
Vas presente en mis ensayos,
Esta es mi fiel despedida
con halagos.
8
No es el tiempo para adioses,
por decirte que te quiero,
no lo olvides.
Amo recordar tus poses,
Fiel reflejo verdadero,
No divides.
Te fuiste… siempre me llueve,
Mi alma vive a ras de suelo,
y me acosa.
Caliente es el aguanieve,
Desde que andas por el cielo,
Tan forzosa.
9
Ya no estás en mi compañía,
Pusiste un feo y negro broche,
No te olvido.
Aquel día se me atardecía,
Entró en una negra noche,
Voy perdido.
¿Pero quién le dio al gatillo?
Con pulso tan tembloroso,
Cruel destino.
Largo es este gran pasillo,
Sintigo es ya muy sinuoso,
Asesino.
10
Fuiste madre, no colega,
Educaste siempre fuerte,
Mano izquierda.
Dialogante que no pega,
Tenerte fue mi gran suerte,
Muerte lerda.
Tu lengua ya no me enhebra,
Al quedarse tan inerte,
Por la cara.
Ahogo penas en ginebra,
Que más parece aguafuerte,
Muerte rara.
11
Te alejaste de tu gente,
Se congeló tu coraje,
¡Qué sinrazón!
Lloró mi alma adolescente,
Por tu muerte tan salvaje,
Con corazón.
Al recordarte estoy fiero,
Me hierven todas mis entrañas,
Y me ahogo.
Amo tu amor marinero,
El color de tus pestañas,
Me desfogo.
12
Fuiste mi mejor tesoro,
Un buen regalo de reyes,
Mis sentidos.
Odio ese tu deterioro,
Esa pérdida de fuelles,
Permitidos.
Te llevaste mi libertad,
Ese ajado terciopelo,
con tu vejez.
Ya no es lo mismo mi ciudad,
Tan dubitativo y lelo,
Sin ajedrez.
13
Fuiste alegre capitana,
Firme dirección y timón
Con juicio.
Te lloro cada mañana,
Triste anda mi buen corazón,
Tú… mi vicio.
Aún me sigues y patrullas,
Eres sedal de mi anzuelo,
Y mi historia.
Tu alma hace bien de las suyas,
Contigo siempre alcé el vuelo,
Es tu gloria.
(Manolo López Salazar
Nacido en Pozo Alcón, 1965)
(Después de casi cuatro años de empezarlo)
Calella, 29/05/17 – 20:48
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