Cuido de estos amores como buen hortelano,
En espera de que llegue tu ansiado regreso,
El pecho me lo oprime un terrible peso,
Porque llevo sin verte todo el largo verano.
Sujetar la ansiedad es un esfuerzo sobrehumano,
Ya ni recuerdo como fue el último beso,
Eso sí, quedó su sabor en mi alma impreso,
¡Te aseguro que este dolor no es muy sano!
Parecerá mentira transitar la misma senda,
Volver a vivir sin estar pendientes de la hora,
Reconstruyendo de nuevo nuestro destino.
La necesidad de acariciarte es ya tremenda,
En esta larga espera mi alma ya solo llora,
Llorar no me da vergüenza por ser masculino.
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