Yo no guardo la ropa antes de nadar,
No quiero que piques en mis anzuelos,
Tanta lejanía ya me hace llorar,
Te prometo que lo mío no son celos.
Yo no quiero soltarte de la mano,
Quiero dedicarte estos mis cuadernos,
Quiero verte de noche y temprano,
Y que no suframos por los inviernos.
Hasta creo en todas tus falsas promesas,
Déjame ser para ti un buen partido,
No me niegues de cuajo las sorpresas.
Sabes que tan solo una cosa te pido,
No me dejes tantas ideas espesas
Cuando me haces reinar en tu olvido.
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