Hace tiempo que no tengo quien me llame,
ese debe de ser mi cruel y fatídico destino,
mi amor te lo entrego antes que se derrame,
por medio de un polvoriento y angosto camino.
He pasado un largo tiempo triste e infame,
con menos ganas de nada que la misma nada.
Mi corazón yace en un pleno secano de barbecho,
eso que aún te tiene totalmente idolatrada,
y porfía regularmente por tus alrededores,
ya se sabe que a lo hecho hay que echarle pecho,
eres mi talón de Aquiles, por eso te mando flores
No puedo ordenar a mi alma que te desprecie,
siempre ando como poseído tras de tu pisada,
a tu requerimiento con velocidad me adelanto,
debe de ser muy rara esta alma mía y mi especie,
pensando en ti me acuesto y contigo me levanto.
Las lágrimas resbalan junto a mi llanto,
mis hipos son tan hirientes como las balas,
cuando veo que tu alma se va y se cierra.
mi corazón extiende por completo sus alas,
pero he de tener os pies en la tierra.
Mi sentimiento de amor se ha fundido,
pero te empeñas en seguir caminando sola,
por eso ando tan triste y tan alicaído
porque te vas como la espuma de una ola.
Yo solo aspiro a tenerte entre mis brazos,
por eso ando pisando tras de tus talones,
tú me obsequias con algunos fríos aletazos,
de esos que dejan maltrechos los corazones.
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