Como un hotel dulce hotel sin habitaciones,
Como un tren salido de vía y descarrilado,
Como la tos del alma de las tentaciones,
Como el nudo del anzuelo que mata al pecado.
Como un largo camino que no termina,
Como el tubo de escape de la desesperanza,
Como un cigüeñal en el fondo de una mina,
Como Quijote sin molinos ni Sancho Panza.
Como el Jardín del Edén sin manzanas,
Como Adán sin Eva o Noé sin arca ni animales,
Con la paciencia infinita de las desganas.
Como el americano Empire State sin cristales.
Como un Camp Nou sin rastro de color azulgrana,
Como el palco del Bernabéu sin gota de gomina,
Como un estanque sin el croar de una rana,
Como la Princesa a la que no le canta Sabina.
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