Menudo presente tenemos de amargo,
Soledades condicionadas de almas puras,
Aunque no paramos de hacer estructuras,
No logramos nuestro fin, sin embargo.
Que no, que no me quiero hacer cargo,
No quiero acabar con esta calentura,
Mi sangre hierve de tanta temperatura,
La vida es un camino duro y largo.
Para un día redondo necesito tu sonrisa,
a lo hecho hemos de echarle pecho,
¡que no nos condicione malicia ajena!
Contigo me suda el cuello de la camisa,
Si la vida se empina, es un duro repecho,
Que te quiero es gran verdad de la buena.
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