En medio de una madrugada helada,
Saldría a buscarte allá donde fuera,
Porque tú eres mi única compañera,
Y me alimento tan solo de tu mirada.
Mi alma está encerrada en Granada,
En la Alhambra con su luz de cera,
No es tan poco lo que yo te ofreciera,
Pero dudo de que estés enamorada.
Así discurre mi vida entre quebranto,
Con noches tan frías como el hielo,
Arropado por tu ausencia de nieve.
Mi único compañero fiel es el llanto,
Parece que no consigo levantar el vuelo,
La única esperanza es que sea breve.