Dejar atrás pesadumbres de llorante,
Respirar cómodo y quedo suspirante,
Sin dejarme llevar por un treno muriente.
El dolor lacerante lacra mi pecho doliente,
Pensarte me deja en estado levitante,Ya ves, sólo pretendo ser tu amante,
Ardor guerrero de sentimiento presente.
Mi sano juicio entra en tremendos delirios,
Al tener que soportar y vivir tantos martirios,Mientras la margarita está triste y sin hojas.
Ocupas cada segundo de mis dulces ensueños,
Mi corazón desolado ya no tiene dueño,Eres la flor de mi deseo y nunca aflojas.
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