Hace unas fechas nuestros vecinos gabachos, muy simpáticos ellos, nos dedicaron una serie de improperios de mala fe amparados en un supuesto sentido del humor que no se yo bien dónde lo esconden......Total, que se me ocurrieron unos versos que transformé en tres poemas. Aquí dejo el segundo de ellos:
II
La envidia les hace hablar de dopaje,
son harapientos como pobres feligreses,
sin ganar nada se les pasan los meses,
no tienen nobleza, vergüenza ni linaje.
Nos han quemado camiones, por envidia,
nos tratan como a perros en la frontera,
nos cortan en verano la carretera,
su gendarmería opera con mucha desidia.
En fin tristes “enfants de la patrie”,
que ya solo les queda tristemente París,
compitiendo con la inigualable Barcelona.
Les pasan la mano las playas de Madrid,
para decir que no, siempre decís que si,
el gallo perdió la cresta que lo corona.
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