ALEJANDRINOS
Siempre dices que mis labios saben a salitre,
eso es porque paseo mi soledad frente al mar,pensando lo que te dije desde aquel pupitre,
nunca hiciste caso a las cosas de aquel chaval.
Entre pizarras, tizas, plumas y los tinteros,
Aquellos pantalones cortos, tardes que invoco,apenas si nos podíamos limpiar los mocos,
navegaba por las venas el primer te quiero.
Soñaba que tu cuerpo era el mejor escenario,
el campo de batalla para liberar besos,que me traían por la calle de la amargura.
Caían con el otoño hojas del calendario,
el amor nos había calado hasta los huesos,
la locura me invadía al mirar tu hermosura.
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