ALEJANDRINOS
Ahora que tus labios se apoyan en los míos,
como hace el astro rey en el lejano horizonte,
ahora se acaban las buenas tardes de estío,
la luna va y se echa de lleno al frío monte.
Ahora, digo, que del todo no es demasiado,
que no es demasiado tarde para casi nada,
ahora que el verano termina y no ha empezado,
parece que el invierno se ha colado en tu cama.
Ahora ya ves, parece que no tienes interés
de caminar conmigo, aunque sea del revés,
me da la sensación de que andas desmemoriada.
Ahora tus sentimientos amenazan lluvia,
no pretendes mostrarte tal y como eres, rubia,
pero sabes que estás sin remedio enamorada.
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