Parece querer vivir solo de recuerdos,
Quiere sentir en las yemas de sus dedos,
Los viejos aromas que le traen los vientos.
Ese sabor antiguo que tienen algunos besos,
En su mente confundido el aroma añejo,A veces tan cercanos y otras tan lejos,
Parecían tiempos olvidados y muertos.
Pero no por ello enterrados y negros,
Más bien vuelven con fuerza y ciertos,Es como si las ideas ocuparan su puesto,
Dando las gracias a todo el cielo por ello.
Y dándole vueltas a la cabeza, luego,
Piensa en lo caprichoso que es ese reloj,Que sin pedir permiso hace que el tiempo
Se detenga en un preciso lugar y momento.
Momentos vividos con ternura aunque viejos,
Pero siempre sin arrepentirse de lo hecho,Hacen que las mariposas del estómago nuestro,
Provoquen un bienestar tan y tan bueno.
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