Cuando sabía todas las respuestas,
Me has cambiado todas las preguntas,
Ahora que te amo con las amarras sueltas,
Llegas y me convences de mi locura.
¿Y ahora qué?
Yo no quiero ser feliz cinco días al mes,
Yo no quiero vivir tu ausencia infinita,
Quiero ser feliz contigo cada minuto y ver
Tu melena suelta al viento y tu sonrisa.
¿Vale?
Si pudiera demostrarte mi amor,
si ello pudiera ser posible ahora mismo,
te lo diría con tanto dulzor,
que no tendría cabida ningún pesimismo.
¿Te gusta?
Yo quisiera amarte con los ojos bien abiertos,
con la locura de que seas mi único amarillo,
cuando te veo resuena en mi un concierto,
y me muero de ganas de que me llames “trastillo”.
¿Eres tú?
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