En el fondo de su mirada,
Habita el cariño y el amor,
Con su alma enamorada,
Te transmite toda su pasión.
Su ternura es infinita,
Sus caricias angelicales,
Tiene aires de “Sirenita”,
Con convicciones actuales.
Cuando toca, me aguanta
Mis peores mañanitas
Y ni tan siquiera rechista.
Nunca le podré pagar el bien
Que me hace queriendo o sin querer,
Porque no es nadie, es una Santa.
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