Los besos que no nos hemos dado,
huelen a menta, azahar y romero,
esos besos, de momento, se han quedado,
a punta de pluma, en el tintero.
Los besos que nos hemos regalado,
saben a jazmín y a hierbabuena,
son la realidad de un amor soñado,
son la realidad de una sonrisa eterna.
Con los ojos nos hemos entregado,
cientos de besos a hurtadillas,
cuando nadie nos ha mirado.
Con los gestos puestos de rodillas,
en el centro del alma me has atinado,
cuando con tus pestañas me acaricias.
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