La reina del olvido no me puede olvidar,
Bien sabe que se lo digo siempre de verdad,
Mi futuro es su sino, su tesoro mi lealtad,
Si me llama vengo a su camino, pero no se si lo hará.
Desespero y desespero y no llega la llamada
Poco a poco noto que me voy muriendo
Porque me falta su ternura y su mirada,
Pero sigo esperando, sigo sufriendo.
Al final del trayecto, del túnel, ya se ve la luz,
Entre las tinieblas frías, oscuras, húmedas y tristes,
Resuenan en mis oídos lo que nunca me dijiste.
Me duermo empeñado en soñar a contraluz,
Si he soñado que no te has ido, ¿por qué te fuiste,
Y sigues sin resolver la ecuación de éste andaluz?.
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