Porque ni siquiera lo abrazas,
Te veo altanera, lozana y maciza,
Yo sigo mirándote pasar por las plazas.
Te silbo al pasar bajo tus balcones,
Pero brilla mucho el brillo de tu ausencia,
No te asomas a escuchar mis canciones,
Sufro todos los segundos sin tu presencia.
Se torna muy agria mi melodía,
Y gris y frío mi corazón viajero,
Otrora con la alegría de Andalucía.
Mis lágrimas dejan su rastro en reguero,
Y a fe de ésta alma que ya no es tan mía,
Solo puedo balbucear sonoros “Te quiero”.
Platja D´Aro, 24/12/14 – 12:22