El sentido común muchas veces me aconseja,
Tomar perspectiva cuando mi alma se arrebata,
No ser tan claro ni hablarte en plata,
Porque con ello tu alma parece que se aleja.
Pero mi corazón se rebela y no me deja,
A pesar de tu actitud un tanto ingrata,
El puro amor dentro de mí ser se desata,
Para no mojarme si llueve me sirve una teja.
A ver si un vituperio arbitrario da salida
A tu amor, y me cierra tu bendita entrada
A ese corazón que es la razón de mi vida.
Toda aquella alcahueta debe ser expulsada,
Por favor, haz lo que tu razón te pida,
Vivir la vida sin ti es absolutamente nada.
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