ENDECASÍLABOS
Por esa elegancia tan de azucena,
Por saber estar con porte de ajena,
si, su trabajo merece la pena,
la tengo por amiga y es Elena.
Transmite siempre una confianza plena,
inteligencia sin fin como arena,
de mirada dulce, con paz serena,
eficacia sin parangón, Elena.
Cuando quiera la invito a un café en Viena,
pura sencillez inyectada en vena,
su sonrisa, sin querer, te encadena.
Servicial y atenta desde su colmena,
Reina de corazones que resuena,
Tan morena y tan mujer: Tan Elena.
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