Tu alma inalcanzable está en la almena,
reinando en el reino del olvido,
continúas teniendo a mi corazón cautivo,
atrapado y esposado con tu cadena.
Tus sábanas se llenan de luna llena,
parece que se acerca el momento decisivo,
con el alma muerta, sigo vivo,
embriagado por el olor a azucena.
Ya no me permito el más mínimo encuentro,
tu corazón me guía a ninguna parte,
mi alma se desdibuja entrando mar adentro.
Mi único anhelo es poder llegar a rozarte,
aunque ando disperso, tú eres mi centro,
acariciarte sería llegar al máximo arte.
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