He llegado a los mil poemas,
Me merezco un buen retiro,
Han salido como un tiro,
más sonrisas que problemas.
Me he resarcido de penas,
He apuntado con buen tino,
Rimando oliva y pino,
Se han roto las cadenas.
Otras veces sin criterio,
cobrando algunas cuentas,
sin sangre pero sangrientas,
el alma ha ido al cementerio.
Se ha intentado hacer con amor,
Aplicando la ternura,
buena letra y escritura,
conjugadas con pasión.
Mil noches muy trasnochadas
En mi mente siempre descansas,
Estas en ella a tus anchas,
Con la cara iluminada.
Mil historias tan preciosas,
Mil instantes de alegría,
Tantos besos en la lejanía,
tesoro de noches ansiosas.
Mil poemas, ¡todo un hacha!
Pensando en aquella muchacha,
Que finalmente será pero no ha sido,
¡Ay que ver con Cupido y su descuido!
Un amor, dos libros, mil poemas,
Cuatro largos años bien llevados,
Dejando constancia de todas las penas,
Dejando entrever débitos no saldados.
De la criba de estos mil poemas,
Han quedado esos dos atentados,
En el camino ha habido mil piedras,
Y un campo de amapolas bien sembrado.
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