Soy así por ti y te quiero tanto
que sueño contigo a todas horas,
tras de ti por kilómetros de asfalto,
todas las noches y todas las auroras.
Te has convertido en mi duende bueno,
mi cómplice, mi medio limón,
contigo juego a cualquier juego,
me has arrebatado el corazón.
Tan solo con el contoneo de tus caderas,
haces saltar en mil añicos todas las cadenas,
haces que mi alma sea invadida por la locura,
no quiero separarme ni un segundo de tu cintura
no hay versos para lanzar al viento
lo inmenso de éste sentimiento.
Quiero darte un suave abrazo,
y no dejar entre nosotros
ni un centímetro, ni un espacio.
Puro amor, pura ternura y pasión.
Cuando vas besando los adoquines
con tus pasos suaves y ligeros,
pierdo la noción del tiempo,
mi alma cabalga como a lomos de delfines.
Surcando el mar como un velero bergantín
que atracará solo junto a ti.
Sigo tus pasos despacio, con paciencia,
desgastando a diario el asfalto,
maldiciendo a cada hora tu ausencia,
chapoteando mi mala suerte en los charcos.
no hay poemas que plasmen al cien por ciento
lo enorme de este mi sentimiento.
Con ternura, quiero darte un abrazo,
e intentar que no quede vacío
entre los dos ni un pequeño espacio.
Cuando acaricias los adoquines,
con tu paso dulce y sereno,
tengo la sensación de flotar en el cielo,
escoltado por mil serafines.
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