Entre suspiros y quejíos
anda una alma andaluza errante,
con muchas horas de insomnio,
duro, pero tirando pa´lante..........
Los días son eternos,
las horas interminables,
los minutos sempiternos,
los segundos infumables.
Y los días son eternos
porque están llenos de sentimientos
encontrados, desbordados, incontrolados
con unas ganas locas
de poder saborear el sabor de su boca.
Y las horas son desesperadamente interminables
pensando el momento en que acabe
ésta tortuosa espera.
Espera que con un simple mensajillo
acabaría con el sufrir de algún que otro trastillo.
Y los minutos son sempiternos
porque huelen a infierno.
Al infierno de vivir sin ella
sin saber dónde estará
ni lo que estará haciendo.
Y los segundos son infumables
porque un amor incansable
y una quemazón insaciable
se ha instalado en dos corazones.
En apariencia ganan las razones
Pero, ¿por cuánto tiempo será así ?
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