La primera persona a la que le dejé leer el poema que sigue, me dijo unas semanas más tarde, que era justo lo que necesitaba para seguir poniendo a alguien en la cuerda floja, al limite........
Una historia de amor,
Una historia de pasión,
Adictiva, siempre con adicción
Unos corazones rotos
Otros corazones que laten,
con alboroto, gozosos
soñando que los aten
en un sueño maravilloso.
Nunca podré olvidar el día
Que te dije que marcharía,
En busca de mi felicidad.
Nunca olvidaré tu bondad
Tu gesto de autenticidad,
Al desearme la mejor de las suertes,
Con tu corazón herido de muerte,
Y eso que a pesar de todo,
mi amor por ti es un cátodo
Pero de todos modos
He tendido mi alma al viento
Me he quedado sin aliento
Con el corazón ventilado
Con la adrenalina de haberme tirado
Por dos mil acantilados
Te he sido muy sincero
Porque si ya no te quiero
Para que seguir igual.
Nunca te he querido engañar
Por eso ahora me marcho
Sin tener nada atado
No puedo seguir a tu lado
No te quiero herir,
Ni quiero hacerte sufrir,
Quiero volver a sentir
Lo que tengo casi olvidado,
Con ímpetu denodado
Porque nunca he dudado,
Que quiero querer quererla,
Que quiero que sea mi estrella
Que ilumine la galaxia de mi corazón
Que a su lado por siempre
Se me nuble la razón.
Y a partir de ahora y hoy
Le diré lo que siento, lo que soy
Que no me quiero esconder
Que la quiero corresponder
Que la quiero con locura
Y todo lo que se me ocurra.
Que vamos a tomarnos mil cortados
Que quiero estar a su lado
Que no me diga que la olvide
Que quiero vivir viviendo,
ser el que vive
A su lado por siempre,
Que escalaría cualquier cumbre
Por escuchar su nombre,
Envejecer al lado de una lumbre
Porque si, porque la quiero,
Por cabezón, por costumbre.
Que cuando diga vamos
La siga hasta el fin del mundo
Cogidos de las manos,
Que quiero despertar y verla
Que no quiero perderla
Que quiero vivir junto a ella
La vida que me queda
Que quiero llegar a viejo
Tenerla cerca, teniéndola tan lejos
Y por siempre, tirarle los tejos
Que cada día de mi vida
Me levante y la siga
Allá donde vaya
Y que cuando llegue a yaya
Sea una viejita adorable
Y echando la vista atrás
Haya vivido un amor memorable.
Amándola a la desesperada,
Esperando que su persona amada
le corresponda.
Que ella esté en la misma onda
Que lo quiera vivir contigo
Lo contrario sería
el mayor de los castigos.
Estando a su lado, verla en la lejanía
atrapada tras un postigo
Con mucha melancolía
Sin nadie de testigo
Sufriendo interminables silencios
Inundada el alma de desvarío,
De tedio, de suspiros
Por imaginar su cara,
Su preciosa sonrisa,
Su pelo mecido por la brisa,
Su lindo caminar
Su gracejo al andar
Cuando la tienes a tu vera
Caminando por la misma acera
Sus gestos cariacontecidos
Sus miradas con los sentidos
Su respiración entrecortada
Su palpitación acelerada
Tan lejana, tan cercana
Que la puedes besar en la boca
Y sin embargo sabes que no te toca,
De momento, acariciarla en tu cama.
Simplemente decirle que la quiero,
Poniendo el corazón al descubierto
Con toda mi alma de aceitunero
Tirando a dar, con acierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario