Poder ver un amanecer cualquiera,
Poco a poco, sin prisa, lentamente,
Poder vaciar las ideas de la mente,
El cruel destino, día a día, se supera.
Un quintal de cal, deja el alma fuera,
Una de arena, un grano solamente
Sorprende, tal cual, sorprendentemente,
Cual corazón tendido en la escalera.
No hay tiritas para tantas heridas,
Ni cura que cure tanta amargura,
Ni tiempo que se mida tan despacio.
Parece que han pasado mil vidas,
Que no se acaba la triste angostura,
Que la penumbra invade nuestro espacio.
Calella, 18/01/19 - 02.39
Un quintal de cal y una de arena,
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