Ni busca un beso todo a cien en casa,
Mal vive de noche por lo que pasa,
Deshaciendo el nudo del mal profeta.
Tus latidos son esa única meta,
En la que el pobre corazón te tasa,
El futuro cabrón todo retrasa,
Sigo afilándote versos de poeta.
Te extraño día y noche sin horario,
Tan alejado de tu vecindario,
A veces desangelado y triste.
Eres y serás siempre mi princesa,
Atiende a esta sincera promesa,
Mi alma necesita tu buen alpiste.
Calella, 31/05/19 – 23:18
No hay comentarios:
Publicar un comentario