Esta letra nace al amparo de la preciosa melodía de una canción de Jeanette "Toda la noche oliendo a ti".
Cuántas horas,
He soñado con seguirte
Sin un destino fijo.
Y a deshoras,
Sin poder conseguirte,
He llorado como un niño.
Cuántas auroras,
No he logrado despedirte,
Con mi amor pegado a ti….
Sentimiento de perdedor,
Es el único sabor,
Que acompaña a mi almohada,
Empapada de sudor,
Sin poder dormir nada.
Foto fija, bien fijada,
Desprendiendo un buen olor
Dibujando a mi enamorada.
Cuánto tiempo,
Escondido entre los coches,
Con un tráfico infernal.
Cuánto aliento,
Suspirando cada noche,
He podido exhalar.
¡Cuánto sufrimiento!,
¡Cuántos besos al viento!,
¡Cuántas horas de soledad!
Una brisa fresca mece mi alma,
una sonrisa se aprecia
cada vez que pienso en ti.
Tormenta que amenaza la calma,
Cuando la ansiedad arrecia,
Porque dices no y piensas si,
Cuántos nervios, cuántos miedos,
Sin poder rozarte con mis dedos.
Desesperando en la larga espera,
Consumiendo minutos sin fin,
Para hablar dos palabras.
No te escondas tras tu frontera,
Acabarás diciendo un rotundo si,
Tu alma solo espera que la abras.
Y allí estaré esperando
Porque en silencio te sigo amando.
¿Y los chichones de los coches?
¿Dónde quedan aquellos sueños?
¿Y las linternas para leer de noche?
¿Tus pensamientos tienen dueño?
¿Y los ronquidos?, ¿Y los reproches?
Chasquidos en un alma sin premio,
Dolor de muelas del corazón,
Al borde de la locura, ¡qué sin razón!
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