Se precipita el final de un beso,
Final de estrambote de los desmanes,
Cuando el fútbol se llena de Don Juanes,
Esta vez, Rubiales, pinchaste en hueso.
La verdad: ¡Que siempre estuviste espeso!
Se te fueron al carajo los planes,
Te han crucificado tus ademanes,
Por ese comportamiento tan grueso.
Es una cacería, a pulso, ganada
Manoseada, anónima y dirigida,
Sin más filtro en las redes sociales.
No es igual pública que publicada,
Una opinión muy teledirigida,
Por medios más que afines y leales.
Calella, 26/08/23 – 10:02
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