El águila de Toledo,
Nos hizo soñar a todos,
Apretando pecho y codos,
Practicando el quiero y puedo.
Con manillar y pedales,
Con sus ruedas y sus frenos,
Hoy lo echamos de menos,
En sus carreras finales.
Maestro de la bicicleta,
Ídolo de un país oscuro,
Aclaró los horizontes.
Dándole a pedales, poeta,
Sacó coraje al pan duro,
Bahamontes por los montes.
Calella, 09/08/23 – 22:28
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