Que querencia para dejar que te desplume,
Qué buen olor suelta al aire tu perfume,
Qué manera tan buena de dar la nota.
Qué ojos tan verde-oliva, qué ironía,
Qué belleza tiene cada línea de tu estampa,
Qué maneras de llover cuando escampa,
Qué naranja, que limón, qué manía.
Qué manera de amarnos sin más recato,
Qué marea deja tu cintura cuando gira,
Qué bochorno de silencio si se estira,
Qué mal cuento, qué antojo de buen relato.
Qué boda hemos celebrado sin padrino,
Qué forma de ver las estrellas tras del tejado,
Qué corazón, tan feliz y tan desposado,
Qué amor triplicado con los dados del casino.
Calella, 15/02/17 – 14:56
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