Qué ganas de vivir siempre en el albero,
Qué impreciso es malvivir el catorce de Febrero,
Qué ganas de pedir limosna en la Gran Vía.
Qué impulso te da tanta calentura,
Qué maneras de mirarnos con la boca,
Qué suerte poder rimar el amor cuando toca,
Qué juego de luces pintas con tu cintura.
Qué manera de venerar a la ignorancia,
Qué usura utilizando mi época dorada,
Qué forma de hacerle, a mi alma, la colada,
Qué incontinencia, cuánta fragancia.
Qué amor incandescente… ¡Cuánto levita!
Qué colaterales se presentan algunos daños,
Qué manera de ir descumpliendo los años,
Qué amor tan sano te hierve y te incita.
Calella, 15/02/17 – 14:46
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