Anda, por favor y no seas cruel,
No esperes un día determinado,
Que ya no sé ni la hora que es.
Llámame, te lo suplico y ruego,
No ves que te lo pido de rodillas,
Mis sentimientos están por los suelos,
Mi alma se queda en enagüillas.
No puedo soportar más este duelo,
No puedo seguir con las retartalillas,
No puedo seguir atado a tu anzuelo,
Pondré mi corazón en el lavavajillas,
Intentaré no armar ningún revuelo,
Y me iré deportado a las Antillas.
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