Una herejía es el amor de cada día,
Todo mi ser te echa mucho de menos y llora,
Cada día sin ti es una mañana sin aurora,
Mi corazón naufraga en su triste melancolía.
Ahora ya no me queda ni siquiera la osadía,
Me ha llegado sin llamar esa triste hora,
Justo ahora, sin alternativa ni demora,
Así que me quedo sin una pizca de ambrosía.
Desconsolado habito bajo este aguacero,
Siempre me toca lo peor de la peor mala suerte,
El amor es una flecha usada y despuntada.
Mejor me hubiera ido escondido en un chiquero,
Tengo que lavarme el alma con aguafuerte,
Y llegado este punto: ¿A mí quién me ampara?
Brindo por los amores despistados,
también por el amor inocente,
por ofrecerte amor entre los dientes,
por los sentimientos desconsolados.
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