martes, 11 de febrero de 2014

1424 EL ECO DE UNA FRAGANCIA LEJANA

 
El eco de una fragancia lejana,
la musa leyendo en su ventana,
con gafas de sol y libro en la mano,
¡Qué pena que se acabe ya el verano!
 
El sol refleja su figura en los cristales,
lee tranquila y se luce en los ventanales,
a esa hora intermedia, la hora de la siesta,
sentada en su tumbona vive sin fiesta.

Preciosa figura sentada,
aparenta una aparición,
le pone letra al estribillo,
de la que es mi mejor canción.
 
es triste que su libertad
sea un metro cuadrado,
es justo lo que necesita
para soñar estar a mi lado.
 
Quiero seguir viviendo en su sueño,
leer con ella en su sofá recostado,
música lenta y tranquila de ensueño,
corazón que palpita al ver a su enamorado.
 
La quiero tal cual es,
bajo esa piel que habita,
la quiero por ser tan mujer,
por ella mi corazón palpita.

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