jueves, 6 de febrero de 2014

1411 TAN TRISTE COMO UN GORRIÓN

 
Tan triste como un gorrión con sus alas rotas,
Como la copa de vino que queda vacía en la mesa,
Como el sello de correos que perdió su goma,
Como la tarta salada con sabor a fresa.
 
Tan triste como el que pierde el tren de su vida,
Como el que va a la playa y le llueve a mares,
Como el cura que murió padeciendo sida,
Como el poeta que perdió sus versos estelares.
 
Tan triste como una muñeca tirada y rota,
Como el borracho que no tiene donde ir a dormir,
Como la mirada de un viejo sentado en un parque.
 
Tan triste como el corazón que cansado explota,
Como los versos que escribo y que no van a servir,
Como el alma que sabe que ha perdido el embarque.

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