jueves, 27 de junio de 2013

1168 MAÑANA SE ENAMORÓ DE TI II


La segunda parte de una historia, mitad verdad, mitad fantasía........A cual mitad corresponde cada verso es cuestión de la intuición del lector o lectora.......

No paran de hablar en toda la espléndida cena,
Uno tras otro, van cayendo también los disparates,
Parece que se acaba el cenar solo, ¡menuda condena!
Se inauguran cenas para dos con divertidos debates.

Es la hora del café, lo toma sorbo a sorbo, despacio,
Se toma todo el tiempo del mundo en saborearlo,
Parece que está cómoda y disfruta en ese escenario,
Y no quiere soltar prenda sin acabar de repensarlo.

Llega el primer baile, lento, y el primer cubata,
Dos labios rozan la piel, salta la adrenalina,
Se queda absorto mirando con amor su mirada de gata,
Le sale piel de gallina al mirar su figura femenina.

Llega la hora torera, la de la verdad y te atreves,
A empezar a soñar, a atreverte a decirle que se quede,
Es tarde, está lloviendo, quédate hasta el Jueves,
Si se propone intentarlo, sabe que si que puede.

La mesa se queda puesta tras un rastro de ropa,
Mañana no habrá respuesta, ¿Cuál fue la última copa?,
¡menuda noche de fiesta!, todo fue viento en popa.

No hubo ni una sola protesta, sucedió a quemarropa,
Ocurrió de forma honesta, nos dimos mutuamente estopa,
al amainar la tormenta, con el calor sobrero la arropa.

Y vuelta a empezar, la pelea con el nudo de la corbata,
La calle, el tráfico, las prisas, condenada polución,
La oficina es una cárcel en la que no se fuma la fumata,
Menos mal que en las noches se consume amor con fruición.

Van pasando los días dentro de aquella triste oficina,
La sal que no disfruta el sol, la disfruta la luna,
Cuando llega al destartalado piso, todo se ilumina,
Es su nido de amor, sin dudarlo, la mejor fortuna.

¡Cómo puede cambiar la vida una insignificante cita!
Ayer era vida aburrida, hoy es lo que más se necesita,
Felicidad prometida, en torrente en su alma habita,
Bonito es sentirse querida, precioso lo que se incita.

Ella por su boca respira, el de su mano despacio camina,
Ayer por primera vez, no volvieron al bar de la esquina,
vivieron su promesa eterna, gastaron toda la adrenalina,
Los cubatas se quedaron en su mesa, la de las sillas vacías.

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