lunes, 12 de septiembre de 2011

464 AYER TARDE LLOVÍA

Ayer tarde llovía
tras el cristal de la ventana,
caía un agua persistente,
la tarde era gris, fea, fría.
Cada gota de agua que vi caer
era en mi imaginación una lágrima,
las lágrimas que estabas derramando
por tener que estar alejada.
Alejada. Tan cerca y al a vez tan lejos.
Tan enamorada y tan distante.
Tan llena de síes, tan llena de noes.
Unos noes tan rotundamente inciertos.
Una sonrisa angelical regalada.
Una boca que dice que lo niega todo,
y unos ojos que hablan por sí solos,
y a la vez contradicen a tus labios.
Si, el amor es contradictorio.
Sobre todo cuando tiene de componente
un algo prohibido.

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