Unas veces cuerdo, otras me enloqueces,
Pareces la musa que me borraba
Los milagros de los panes y peces
Robaste menos de lo que te daba.
A río revuelto, hay ruido de nueces,
De tus costas, me quedo en Costa Brava,
Ya no somos parte, quedan los jueces,
Los que, con su toga, cuecen las habas.
No se si esto que hago es arte,
Pero blando fuerte mi estandarte,
No tengo aquel complejo de Edipo.
Déjate ya de las cuentas y cuentos,
Lo que cuenta son los buenos momentos,
Cuando veo tu minifalda, yo flipo.
Calella, 22/11/22 – 12:11
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