Que tu llanto feliz y risueño,
Desde entonces pones tu empeño
En vivir a la felicidad cosido.
Tus primeros ocho cumples no he vivido,
Al estar lejos del ambiente hogareño,
Andaba cuatro meses frunciendo el ceño,
Pero aquello dejaba de tener sentido.
Te has hecho un hombre de provecho,
No sabes la alegría que nos trajiste,
Y esa alegría amenaza con ser eterna.
Sigue tus andanzas, siempre por derecho,
Por tu forma de ser no te faltará alpiste,
Tu mera sonrisa a mí me descuaderna.
Calella, 22/12/18 – 02:45
1 comentario:
Precioso! No solo lo que dices, sinó también el sentimiento que pones en ello.
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