Tus miedos no se funden cual se funde la nieve,
Se perpetúan como siete vidas en los gatos,
Los instantes de felicidad son algo breve,
Descoloridos como pasa con los retratos.
En esta travesía del desierto ya ni llueve,
Cada día entiendo mucho menos tus arrebatos,
Está claro que dentro de ti nada se mueve,
Y si nada se mueve es imposible hacer tratos.
No me hace mucho efecto tu mirada gatuna,
No puedo vivir toda mi vida entre los dientes,
Llevo ya demasiado tiempo habitando la luna.
Has destrozado en mil pedazos todos mis puentes,
Contigo mi alma padece una severa hambruna,
Me dan mucho miedo tus prontos y tus repentes.
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