sábado, 13 de agosto de 2011

418 LLEGARÁ UN DÍA

Llegará un día en que mis musas,
Sepan que no hay que impartir clases
De nada, quedarán semi difusas,
Entre nuestros alegres compases.

Ese día por gozo de sus carnes,
Podrán malvivir un cuento bien soñado,
Ese día habrá un después y un antes,
Aunque lo acusen de mal hilvanado.

Y mis musas y las tuyas jugarán al juego
En un toma y daca divertido y eterno,
De no poder olvidarse para siempre.

Y cuando asciendan a ese nuestro cielo
Y miren abajo, con desparpajo al suelo,
Nos verán amarnos felices y eternamente.

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